El equipo de gobierno local junto a los grupos políticos municipales, alcaldes de localidades del Alto Vinalopó, miembros de la comisión de integración del ferrocarril y del foro económico y social presentan la nueva frecuencia de trenes y realizan en un primer viaje hacia Alicante al tiempo mantienen la solicitud de conexión con la Font de la Figuera y Moixent para llegar hasta Valencia y Castellón
Una de las grandes solicitudes del actual equipo de gobierno verde en materia de transporte ha visto esta mañana la luz verde con el inicio de las nuevas frecuencias de trenes que conectarán nuestra ciudad con Alicante y la universidad. En palabras del alcalde se trata de “una revindicación de toda la ciudadanía que veo y su luz y que permite mejorar la movilidad en toda la comarca favoreciendo a estudiantes y trabajadores el acceso hasta Alicante y contribuyendo a la mejora del medio ambiente”.
El lugar elegido para la presentación comarcal de este nuevo servicio, que llevará diez trenes diarios entre Villena y Alicante, ha sido el hall del Teatro Chapí. Allí se han dado cita el Alcalde de Villena con integrantes de la Corporación Municipal, y los representantes políticos de: Biar, Beneixama, Canyada, Camp de Mirra, La Font de la Figuera, Caudete, Salinas, Bañeres, el Diputado Provincial, además del portavoz de la Plataforma por la Integración del Ferrocarril y la Directora de la Sede Universitaria de la UA.
Se trata de un paso importante para conseguir la vertebración del territorio valenciano a través del sistema ferroviario. Desde el equipo de gobierno villenense se vuelve a reclamar ahora al gobierno autonómico y RENFE la conexión desde nuestra ciudad con la Línea C2 que une La Font de la Figuera y Moixent con Valencia y Castellón.
De este modo la utilización del transporte público ferroviario sería un elemento vertebrador que uniría las tres provincias valencianas y el interior de la provincia alicantina. Esta medida, unida al aumento de la frecuencia en los trenes y el descuento en el precio de los billetes hace que aumente el servicio y se reduzca el uso del vehículo privado por carretera.
Los beneficios medioambientales que eso supone son claros y van en la línea de las directrices marcadas desde la Unión Europea, además se consigue reducir la siniestralidad al volante en la A-31 y generar un sentimiento de territorio mediante el acercamiento de municipios a través del tren.
