El pasado jueves, 5 de marzo, las Bibliotecas Municipales tuvimos el placer de inmiscuirnos en una actividad que llevan a cabo, desde hace unos años, el colegio de educación especial APADIS junto al CEIP Salesianos de Villena: “Club del Sombrero de Expertos del Álbum Ilustrado”, «un proyecto colaborativo entre el alumnado de primaria de APADIS y los niños y niñas de 4º de Salesianos, que se plantea, sobre todo, como una actividad inclusiva en la que los alumnos de ambos coles trabajan en un proyecto común. Los álbumes ilustrados y el fomento de la lectura son el vehículo que se utiliza para buscar los puntos de encuentro entre los alumnos de los dos coles, fijándose en las cosas que les unen (el gusto por la lectura, la capacidad de crear nuevas historias) y dejando a un lado las cosas que les diferencian y que les llevan a asistir a coles distintos.
El proceso de trabajo que se sigue es el del contacto de ambos coles a través de distintos vídeos en los que los alumnos de un cole le cuentan a los del otro el argumento de una parte del libro y los alumnos que lo reciben dan el relevo con un vídeo sobre la siguiente parte. Además, tras la recepción de cada vídeo y antes de leer la siguiente parte, se formulan hipótesis sobre cómo podría continuar el cuento, con lo que tras la lectura del libro completo, pueden formar una historia paralela creada por todos ellos, editando un vídeo y un álbum que a semejanza del original, re-ilustran y re-inventan tal y como los niños y niñas desean o piensan, creando de esta manera otra forma de leer y de disfrutar con los libros, porque sobre todo, en el fondo, subyace la idea de que las lecturas compartidas son siempre mucho más placenteras.
De esta forma, durante este primer trimestre del curso, los niños y niñas de ambos centros trabajaron el álbum del alicantino Pablo Albó “Diógenes”, ilustrado por Pablo Auladell y editado por Kalandraka.
“Diógenes” cuenta la historia de un niño que tiene un hobby: coleccionar cosas de todo tipo: dunas, gusanos… Diógenes vive con sus padres, su hermana, su hermano pequeño, sus abuelos…. ¡y todos coleccionan cosas muy extrañas!
Y con esta historia y las historias que surgían de cada uno de los familiares de Diógenes, grabaron un vídeo contándonos, a su manera, qué sucedía con los gusanos de seda, las cartas de amor o los toques de campana.
Y no solo eso, si no que reinventaron nuevos familiares de Diógenes que coleccionaban nuevos elementos imposibles y les construyeron ,de esa manera, una nueva vida a personajes inventados pero que cuadraban con la historia de Diógenes a la perfección.
Hasta aquí todo había ido muy bien, pero se necesitaba un lugar para proyectar el resultado y presentar a esta pequeña sociedad de alumnos y alumnas el libro recreado a semajanza del “Diógenes” que les había dado pie a este trabajo.
Y ahí fue donde se pensó que la Biblioteca Municipal podía ser el mejor espacio para poner la guinda al trabajo llevado a cabo durante todo el trimestre: la biblioteca como lugar de encuentro, de igualdad, de palabras, de inclusión, de álbumes, de historias y de alegría.
Y así fue. Se preparó el proyector, y comenzó la función. Los niños y niñas se reconocieron en las imágenes, se rieron, se señalaron, se escucharon y aplaudieron….
Pero no podíamos acabar así, porque Diógenes nos había enseñado mucho con sus palabras, y nos había mostrado, entre otras cosas, el arte de coleccionar. Así es que, desde las bibliotecas, reunimos a varias coleccionistas de elementos poco habituales:
Ángela Moya, que colecciona abanicos desde que se enamoró de ellos porque se los encontraba en los bolsos de su madre y su abuela. Y ahora los abanicos le proporcionan aromas de infancia, de recuerdos y de personas qeu le vienen a su memoria nada más abrir cada palmito.
Virtudes Sánchez, que colecciona arenas del mundo, de todas las playas del universo, como trocitos de lugares que ha visitado y que le saben a sal, a amistad, a trabajo o a diversión, dependiendo de donde haya atrapado cada granito de arena.
Pepa Valdés, que colecciona ranas. Ranas de todo tipo exceptuando aquellas que están vivas, que esas, como ella es muy amante de los animales siempre las deja tranquilas en los estanques. Tiene ranas de cristal, de madera, de tela, con luces, incluso ranas de caracolas… son más de 1500 las que acumula en su casa, y todo comenzó porque cuando era niña una clienta le regaló un jueguito de animales en los que había una rana.
José Vicente Sánchez colecciona guitarras. Nos contó que lo que en realidad colecciona son sonidos, y especialmente le gustan los sonidos que surgen de las cuerdas de las guitarras, con las que va fabricando la banda sonora de su vida.
Mónica Martínez, realmente no colecciona nada, pero le gusta mucho ver las gorras que colecciona su hermano Javi. Cada una le lleva a una historia, a una conversación, a una aventura, a un viaje. Y es que, en el fondo, lo que le pasa a Mónica es que es muy viajera y le gustaría volar por el mundo para traerle más gorras a su hermano de cada parte del océano.
Y se expuso una pequeña muestra de cada colección, y los coleccionistas nos contaran anécdotas de sus acopios, curiosidades de algunos de los ejemplares e historias escondidas en cada elemento que nos habían mostrado.
Y para finalizar, se presentó el libro que ha sido creado a imagen y semejanza del verdadero “Diógenes”, y que la Biblioteca tuvo la suerte de recibir un ejemplar como donación generosa de todos estos chicos y chicas que tanto tiempo habían trabajado en su lectura y recreación.
Ahora, de veras, tenemos al verdadero Diógenes con nosotros, porque este ejemplar es que el que lleva un trocito de corazón de cada niño y niña que ha participado en él, y eso, lo convierte en el libro con más latidos de toda la biblioteca.
¡Ojalá este título sea el primero de una nueva colección de libros con decenas de corazones que alberguemos en las Bibliotecas!
Gracias APADIS, gracias Salesianos por contar, con las Bibliotecas de Villena para participar, un poquito, de vuestro jugoso proyecto. Y ya sabéis que, como siempre, ¡¡os esperamos con los libros abiertos.!!