¿GOLONDRINA, VENCEJO O AVIÓN COMÚN?
Vamos a aprender a diferenciar a estas tres especies, conociendo sus hábitos y características principales de cada una de ellas.
Con la llegada del verano, estas aves hacen que el cielo sea aún más hermoso de lo habitual. Puesto que las 3 llegan en el mismo periodo, llegan buscando tierras más frescas para criar. Estos pájaros vienen desde el hemisferio sur a construir sus nidos en cornisas y huecos de las ciudades europeas. Si tienes la suerte de tener algún nido cerca de tu casa, aquí podrás saber exactamente quién ha venido a visitarte.
CARACTERÍSTICAS DE GOLONDRINAS, VENCEJOS Y AVIONES.
La golondrina común (Hirundo rustica) es la que más anida en edificios de pueblos y a las afueras de ciudades, ya que está especializada en cazar insectos al vuelo y necesita grandes espacios abiertos para ello. Su característica más llamativa es la cola en forma de tijera, que estos pájaros abren durante el vuelo.
El avión común (Delichon urbicum) es más fácil de ver en urbes. Su nombre le viene dado por su forma compacta y sus alas que al ser más redondeadas y cortas, se parecen a las de un avión. También tiene cola en forma de tijera, pero con una silueta menos pronunciada que la de las golondrinas.
Por último, el vencejo (apus apus) es el más fácil de ver dentro de núcleos urbanos, además de ser el más grande de las 3 especies aquí analizadas. Esta ave solamente se posa para entrar y salir del nido, pues el resto de su vida la pasa volando, incluso cuando duerme, ya que practica el sueño unihemisférico (sueño en el que descansa la mitad del cerebro mientras la otra mitad permanece alerta).
Aunque las 3 aves muestren adaptaciones y aspectos similares, cabe destacar que esto se debe a una convergencia evolutiva. Los aviones pertenecen al orden de los paseriformes (como el gorrión común), al igual que la golondrina. El vencejo, sin embargo, es un apodiforme, orden en el que se encuentran muchos de los pájaros con patas muy cortas y alas largas.
Las similitudes entre estas 3 aves son evidentes: adaptaciones a pasar mucho tiempo en vuelo, dieta insectívora y capacidad de migración, entre otras. Pero a la hora de reconocer a cada una de estas especies, es mejor desde el punto de vista de las diferencias desde aspectos fundamentales, como son:
- Colores y silueta.
- Nidos.
- Canto.
- Vuelo.
1.- COLORES Y SILUETA Aunque a larga distancia pueda costar diferenciarlas, existen algunas claves inequívocas para distinguir la silueta entre estas aves. Veamos algunas de ellas:
2.- NIDOS Las diferencias entre golondrina, vencejo y avión en cuanto a la construcción del nido también son observables, aunque a simple vista parezcan iguales. Estos son los trucos para distinguir las construcciones de las especies: El nido de golondrina tiene forma de copa y los progenitores acceden a ella por la parte superior que está al descubierto.
El avión común, por su lado, construye un nido en forma de semiesfera al que entra por una abertura circular en su parte superior.
Tanto las golondrinas como los aviones utilizan el barro como material de construcción. Van formando pequeñas bolitas que adhieren a una pared o tejado. Ambas especies suelen reutilizar los mismos nidos año tras año. Los nidos de los vencejos también suelen situarse en construcciones humanas, aunque dentro de los huecos presentes en ellas. Algunas parejas, sin embargo, prefieren anidar en taludes, riscos e, incluso, agujeros de árboles. Los vencejos utilizan materia vegetal y junto con plumas y saliva va construyendo una especie de copa en la parte inferior del hueco elegido.
3.- CANTO Si la vista no alcanza para observar los detalles de cada una de estas increíbles aves insectívoras urbanas, es posible que sus cantos nos ayuden. Aunque también son similares, existen diferencias apreciables: 4.- VUELO La forma de volar también es característica de cada especie y útil para diferenciarlas cuando los colores y las siluetas no se distinguen bien. La altura, la velocidad y la agilidad cumplen un papel importante en su identificación. Los aviones, golondrinas y vencejos están protegidos a nivel nacional y europeo, así como sus pollos, nidos y huevos. Destruir sus nidificaciones es una infracción grave, sancionable con multas de 5000 a 200 000 euros. Aun así, concienciar sobre la importancia de estas aves sigue siendo necesario en la sociedad, pues las denuncias se acumulan por miles en los meses de verano. Se trata de unas maravillosas criaturas que vuelven cada año en primavera alegrando nuestros cielos con sus ágiles vuelos, evitando plagas de insectos al alimentarse de ellos y eligiendo nuestros fachadas para construir sus nidos. Se trata de fauna urbana a la que debemos proteger y valorar como un bien común para la ciudadanía.