REPTILES URBANOS.

SALAMANQUESA COMÚN (Tarentola mauritanica)

En Villena es muy común ver a estos seres trepando por las fachadas de nuestras casas en los meses de verano. Una bella imagen tanto por su estética como por los beneficios que nos aporta a los humanos.

Este reptil, perteneciente a la familia de los Gecos y de pequeño tamaño, convive con nosotros tanto en la propia ciudad como en zonas limítrofes. Viven en grietas en paredes, estructuras abandonadas e incluso entre rocas y troncos de árboles. Es muy común verlas de día tomando el sol, ya que como animales de sangre fría que son, necesitan calentarse. Tienen unos dedos aplanados con unas laminillas, lo que les permite trepar sin dificultad por paredes verticales y cristales e incluso caminar boca abajo por los techos.

PIE SALAMANDRA

Se trata de un reptil de hábitos nocturnos, las podemos ver cerca de focos de luz, como las farolas, sobre todo en calurosas noches de verano. Allí encuentran gran cantidad de insectos voladores de los que se alimentan. También cazan arañas, polillas, libélulas y grillos.

Algo intrínseco a las especies de los Gecos, lagartijas y salamandras es la pérdida de la cola cuando se siente amenazada. Esta pérdida de la cola puede ocurrir también por otras razones y tiende a ser más común en las salamanquesas más jóvenes. Puede que les vuelva a crecer la cola, pero no se verá igual. La nueva cola suele ser más corta, de diferente color y no tan fina como la cola original en su parte final. Es un mecanismo totalmente natural y el animal no tienen porqué verse afectado. De hecho, esa pérdida de la cola les ayuda en la naturaleza, es una defensa ante depredadores. El movimiento de la cola los distrae, dejando al depredador sólo con la cola moviéndose.

SALAMANDRA

Pueden llegar a vivir hasta 4 o 5 años y es totalmente inofensiva para las personas. En torno a ellas, hay muchas leyendas y supersticiones que hacen que algunos las teman. A continuación vamos a desmontarlas para conocer mejor a este pequeño animal que tanto nos ayuda en verano como insecticida natural.

  • Las salamanquesas son venenosas: no tienen ningún tipo de veneno.
  • Las salamanquesas muerden: una salamanquesa jamás nos perseguirá para mordernos, cuando nos vea siempre tratará de huir y esconderse, pero es cierto que si logramos atraparla y la cogemos con la mano, puede mordernos.
  • Si una salamanquesa te escupe, te quedas calvo o ciego: falso. Las salamanquesas no escupen. Por otro lado, su saliva no tiene ningún efecto sobre el pelo ni sobre ninguna otra parte del cuerpo.
  • Secas, molidas o formando parte de preparados tienen poderes curativos o mágicos: falso. Esa leyenda urbana se refiere a las salamandras, y tampoco es el caso de ellas.
  • Las salamanquesas ‘cantan’: las salamanquesas son gecos, y la mayoría vocalizan diferentes sonidos para comunicarse entre sí. Sus voces son parecidas a chirridos y grititos agudos, variando según la especie. También en ocasiones al ser atrapadas emiten grititos.

Lo más importante, es saber que no debemos molestarlas ni causarles ningún daño. Son beneficiosas para el ser humano, nos ayudan cazando y disminuyendo el número de los molestos insectos nocturnos. Debemos convivir en armonía con la fauna que nos rodea y contribuir al máximo con su conservación y la del medio ambiente donde convivimos todos juntos.

LAGARTIJA IBÉRICA (Podarcis hispanicus)

La lagartija ibérica es una especie que vive en la península ibérica (excepto áreas de alta montaña y noroeste de Galicia), así como en áreas limítrofes a la Península como Francia y norte de África. También es conocida como lagartija común y lagartija hispánica, así como sargantana o sargrantana en el este de España.

Es una lagartija de tamaño pequeño, que pocas veces sobrepasa los 5 cm desde el hocico a la cloaca. La cola llega a medir el doble que la cabeza y el cuerpo juntos. Su cuerpo es aplanado y de complexión delicada, lo que le permite encontrar rápidamente refugio en los resquicios y grietas de rocas y muros si encuentra algún peligro. El morro destaca por ser apuntado. En el dorso hay escamas y su color es muy variable, desde tonos verdes brillantes al color pardo muy claro.

lagartija

La lagartija ibérica frecuenta, sobre todo, terrenos rocosos o pedregosos, donde tiene plataformas para tomar el sol y refugios donde esconderse en caso de peligro. En zonas rurales habita también en casas y muros de piedra, así como en todo tipo de construcciones humanas que reúnan zonas amplias de campeo e insolación, así grietas y resquicios para ocultarse. También se encuentra en zonas de bosque, pradera y matorral, aunque la agricultura extensiva pueden haberla hecho desaparecer de algunas zonas.

Se alimenta sobre todo de insectos y arácnidos de pequeños tamaño. Es una especie territorial, siendo frecuentes las luchas entre los machos durante la época de celo, en la exhiben una llamativa coloración rojiza o anaranjada en la zona ventral, ya la cola verde.

LAGARTIJA

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