FAUNA SILVESTRE -REPTILES:
VÍBORA HOCICUDA (Vipera latastei)
Es la víbora más frecuente en la Península Ibérica y la única especie de víbora de las tres que habitan la Península Ibérica que está presente en la Comunidad Valenciana. Es de pequeño o mediano tamaño, puede medir de 40-75 cm. Su cuerpo es robusto. Su principal característica en cuanto a la coloración es su marcado dibujo en zig zag en la zona dorsal, de color negro o gris muy oscuro. Normalmente ese zig zag está mucho más marcado que su imitadora la culebra viperina. En los laterales presenta una especie de ocelos que recorren toda su extención. Destaca su cabeza, grande, diferenciada del cuerpo y con marcado aspecto triangular al tener glándulas de veneno. Le sobresale una especie de apéndice que se asemeja a un hocico, de ahí su nombre común. Otra característica notoria es la pupila del ojo, siendo ésta vertical, con un iris dorado.
Hay dimorfismo sexual en cuanto a que el macho presente una coloración más constrastada, con un marcado dibujo dorsal y normalmente son menos robustos que las hembras, de cola más larga. Los juveniles son muy parecidos a los adultos.
Se trata de un reptil de hábitos nocturnos, las podemos ver cerca de focos de luz, como las farolas, sobre todo en calurosas noches de verano. Allí encuentran gran cantidad de insectos voladores de los que se alimentan. También cazan arañas, polillas, libélulas y grillos.
Presenta una diferenciada actividad dependiendo de la época del año. En verano es más crepuscular y nocturna. En primavera y otoño es más diurna. Es una serpiente poco activa y no se suele alejar mucho de sus refugios. Es poco termófila y evita las horas de más calor. Es una víbora y por tanto posee veneno. Tiene dos dientes o colmillos hipertrofiados y retráctiles en la parte anterior de la boca, con el fin de inocular el veneno a las presas. Estos colmillos se van renovando periódicamente. Su veneno es citotóxico, pero de menor toxicidad que las otras dos especies de víboras que viven en la Península, aunque es la que más cantidad puede inocular. Es tremendamente ágil, cuando detecta a una presa se lanza velozmente y le inocula el veneno. Se alimentan sobre todo de roedores, lagartos, lagartijas y aves. En humano, su mordedura no es mortal, pero es necesaria asistencia sanitaria.
La época de apareamiento tienen lugar en primavera, y algunas poblaciones pueden tener otro celo a finales de verano o principios de otoño. Es ovovivípara, es decir, la víbora pone huevos, pero éstos permanecen dentro del cuerpo de la hembra hasta que el embrión está completamente desarrollado. La eclosión se puede dar inmediatamente antes del parto o inmediatamente después de la puesta. Nacerán unos 10 neonatos que poseen veneno y que se valdrán por ellos mismo desde el primer momento.
Se distribuye por toda la Península Ibérica a excepción del extremo norte, donde habitan las otras dos víboras ibéricas. En la Comunidad Valenciana aparece de forma dispersa por zonas agrestes o montañosas de todo el territorio, siendo una especie escasa y difícil de encontrar. Evita zonas humanizadas o degradadas, estando ausente de prácticamente todas las zonas costeras.