EL ZORRO:
CARACTERÍSTICAS
El zorro pertenece a la familia Canidae. Es del tamaño de un perro mediano, aunque con el cráneo alargado, hocico puntiagudo y orejas grandes y triangulares. La cola es larga y está densamente cubierta de pelo, por lo general con la punta blanca. Su pelaje es suave y espeso. La coloración varía desde tonos amarillentos-rojizos hasta pardos-rojizos.
Como curiosidad, el macho ladra y la hembra chilla.
HÁBITAT
Está presente en toda la Península Ibérica.
Su hábitat son principalmente las zonas boscosas, aunque también abunda en zonas abiertas, e incluso, en las proximidades de asentamientos humanos y basureros periurbanos, de los que se alimenta.
ALIMENTACIÓN Y REPRODUCCIÓN
El zorro es omnívoro; se alimenta de insectos, huevos de ave, pollos, crías de diversos mamíferos, liebres, aves, desechos de origen humano, ratones y otros micromamíferos, conejos, bayas y frutos.
El zorro está activo principalmente durante el crepúsculo y la noche. Caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madriguera subterráneas, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, barrancos o espesuras. Generalmente es un animal solitario, aunque también pueden vivir en parejas permanentes o en grupos de un macho y dos o tres hembras. Se aparean en enero y febrero y las crías nacen hacia abril o mayo, donde nacen, por camada, de 3 a 8 cachorros. Los zorros pasan generalmente toda su vida en el mismo territorio.
La mala fama del zorro dentro de ciertos sectores de la sociedad ha provocado su persecución desde antaño. Dar muerte a los zorros en las jornadas de caza forma parte de la cultura irresponsable de nuestra sociedad. Una cultura que ha roto el equilibrio del propio ecosistema. Sin la acción de depredación del zorro, otros animales como el conejo de monte han proliferado desmesuradamente provocando así un impacto dañino sobre la agricultura, infraestructuras y hábitat.
El zorro es el mejor aliado para agricultores, cazadores y gente rural ya que actúa como controlador y a la vez conservador de poblaciones de nuestra fauna.