La directora del centro de acogida Las Virtudes puso el broche de honor a una semana de actividades para todos los públicos donde explicó el funcionamiento interno del centro y la importante valor de integración social que realizan con los menores no acompañados que llegan a nuestras fronteras en busca de un futuro.
La concejalía de Ciudadanía e Inmigración culminó ayer las actividades propuestas para la conmemoración del Día Internacional del Migrante. El cierre de este ciclo recayó en manos de Mireia Roig, directora del centro de acogida Las Virtudes y José Conrado Moya, técnico del Síndic de Greuges.
Roig inició su discurso con un repaso histórico a la trayectoria del Grupo El Castillo y la Fundación Antonio Moreno, referentes en materia de reinserción social que dirigen el centro de Las Virtudes. “Trabajamos con menores que buscan otra realidad con una mejora en sus vidas que en sus países de origen no pueden tener”.
La directora del centro puso la alfabetización como pilar fundamental para integrarse en nuestra sociedad y el conocimiento del Castellano es fundamental desde su llegada al centro. “Es fundamental que conozcan el lenguaje y la cultura de la sociedad en la que viven para poder participar en ella”, subrayó Roig.
El centro de Las Virtudes abrió sus puertas en agosto de 2018 y desde entonces recibe menores no acompañados (MENAS) los cuales participan en un sistema motivacional. De este modo cuanto mejor es su conducta, mayores son sus comodidades o privilegios en su convivencia diaria.
Desde la Fundación Antonio Moreno y Grupo El Castillo se les prepara a los chavales para que “tengan un plan” cuando llegue la fecha en la que cumplen su mayoría de edad con 18 años. La integración escolar y social de la gran mayoría de chavales ha sido total y la llegada del centro ha revitalizado la pedanía de Las Virtudes dando vida al edificio y trayendo hasta Villena un gran número de puestos de trabajo.
La segunda parte del acto corrió a cargo del técnico del Síndic de Greuges, José Conrado. En ella se expuso la Convención de los Derechos del Niño aprobada como tratado internacional de los derechos humanos el 20 de noviembre de 1989 el cual fue ratificado en España a finales de 1990.
Se expusieron sobre la mesa las dificultades existentes en los menores para poder obtener documentación como el pasaporte de sus países. “Las políticas públicas de protección a la infancia y adolescencia deben ir dirigidas a lograr la plena integración de los menores extranjeros en la sociedad española mientras permanezcan en nuestro territorio”, destacó Moya.
Desde el Síndic de Greuges finalizaron su intervención reclamando la necesidad de que las distintas administraciones establezcan un sistema de protección para esos menores. “Esta responsabilidad también debe hacerse extensiva a los medios de comunicación cuya redacción de las noticias, en ocasiones, no favorece la plena integración de estas personas”.
